martes, 13 de noviembre de 2012


Kawésqar



Los alacalufes o kawésqar, fueron nómades canoeros que se desarrollaron en los canales y fiordos desde el golfo de Penas al estrecho de Magallanes e islas al oeste de Tierra del Fuego. Sus últimos integrantes viven casi todos en Puerto Edén.
Desde hace más de 6.000 años, los kawéskar o alacalufes circulaban entre el golfo de Penas y el Estrecho de Magallanes; también se desplazaban por los canales que forman las islas que quedan al oeste de la Isla Grande de Tierra del Fuego y al sur del estrecho.
El área que ocupaban para sus desplazamientos era enorme, pero se puede decir que giraban alrededor de dos puntos: uno en la ribera sur del estrecho de Magallanes, en la isla Clarence y el otro en la parte sur del golfo de Penas en el islote Solitario en el archipiélago de las Guaitecas.

Archipiélago de las guaitecas

En el siglo XVI, con una población de 2.500 a 3.000 personas, producto de los primeros contactos con el hombre blanco, empezaron a contraer las enfermedades que pronto los llevarían a su declinación numérica, además de su traslado y retención en Europa por encargo de sociedades científicas y por comerciantes que lucraban con su exhibición al público.
El cambio de sus hábitos ancestrales y el cambio de pieles por ropa occidental permanentemente húmeda les trajo nuevas enfermedades. Ya en el año 2000 se estimaba que no quedaban más de 17 kawésqar puros residentes en Punta Arenas y Puerto Edén.

Ruta kawésqar
Actualmente diversas empresas de la zona reviven la antigua ruta utilizada por los Kawésqar, donde el énfasis está dado por el redescubrimiento de las etnias originarias.
El viaje contempla un recorrido por diez días, por fiordos y canales del extremo austral de nuestro país, en un periplo que une a Puerto Natales y Punta Arenas, específicamente entre el seno Obstrucción y Skyring. La expedición se interna en kayak más una embarcación de apoyo, en una aventura que los conducirá por un paraje que aún mantiene el misterio de la mirada de sus primeros habitantes: los kaweskar o alacalufes.

Los kaweshkar eran nómades del mar. Permanentemente navegaban entre canales y fiordos, serpenteando las islas, que en la práctica eran inhabitables por su abundante vegetación, que dificultaba su acceso.

Construían sus embarcaciones con cortezas de árboles, que luego amarraban a una estructura de palos, convirtiéndose en su hogar en el mar, siendo lo suficientemente amplias como para trasladar a una familia nuclear conformada por el marido, una o dos esposas, un par de hijos y un perro doméstico.




La canoa era un espacio femenino. Aunque en su construcción colaboraban hombres, era la mujer quien se preocupaba de remar. Los hijos eran los encargados de mantener la fogata encendida, la cual se posaba sobre una capa de musgos y ardía en uno de los extremos de la embarcación, protegida por un toldo de cuero. El fuego les permitía calentar sus alimentos (la mayoría de ellos obtenidos del mar), abrir los moluscos, servir como fuente de calor y como señal para evitar que dos canoas chocaran.

Al amanecer, la mujer remaba hacia los roqueríos, donde dejaba a su esposo e hijos varones pescando y cazando todo el día. Mientras tanto, ella dirigía la canoa hacia aguas bajas, donde buceaba o mariscaba con un canasto colgado del cuello, para extraer langostas y erizos. Esta tarea era exclusivamente femenina, ya que a pesar de su cercanía al mar, los hombres no sabían nadar, y si la embarcación llegaba a volcar, ellos morían ahogados. Antes del anochecer, la mujer remaba nuevamente hacia donde estaban su marido y sus hijos, para recogerlos, comer y pasar la noche en la canoa.

Para protegerse del frío, también cubrían sus cuerpos con grasa de lobo marino, lo que explica por qué prácticamente no utilizaban ropa.

Si bien los alacalufes eran nómades, había ocasiones en que permanecían por varios días en tierra firme. Para ello, construían chozas en forma de colmena, con armazón de ramas recubierta de pasto y cueros. Esto ocurría cuando se producía la varazón de alguna ballena, lo que les proporcionaba abundante alimento, siendo además la ocasión para la reunión de familias que pasaban gran parte del año sin verse. Allí se concertaban rápidamente los matrimonios, pues los jóvenes no sabían cuándo volverían a encontrarse.

Cuando alguien enfermaba o una mujer estaba próxima al parto, levantabKaweskar mujer.jpgan una choza en una isla y permanecían en ese lugar el tiempo que fuese necesario. Si el enfermo llegaba a morir, dejaban esa vivienda armada y colocaban un trozo de cuero negro que flameaba e indicaba que allí vivían los malos espíritus.



Geografía
La zona considerada tradicionalmente como Zona Austral de Chile es una región de glaciación, la cual se encuentra cubierta por Campos de Hielo y bosques perhúmedos de clima frío como el bosque valdiviano y el más austral bosque magallánico, con menos especies. Se extiende desde el seno de Reloncaví al cabo de Hornos. En ella se ubica una estrecha planicie costera; cordillera de la Costa afectada intensamente por tectónica de hundimiento y cordilleras patagónicas continentales con ríos y lagos, ventisqueros patagónicos del Pacífico; cordilleras patagónicas insulares en archipiélagos, islas e islotes, todas las cuales se bañan en sus costas por el océano Pacífico.
Los archipiélagos, islas e islotes dan formación a dos sistemas de canales navegables para todo tipo de naves: los canales patagónicos, entre el archipiélago Guayaneco y los islotes Fairway; y los canales fueguinos al sur del estrecho de Magallanes y hasta el cabo de Hornos.







Galería de fotos

Familia Kawésqar





En agosto de 2008, muere el último representante de esta etnia a los 79 años de edad.



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